Maddie Bradshaw es una niña de 13 años de edad, que estudia y juega como todos los niños, pero que tiene una pasión especial por el arte. Maddie quería decorar su casillero de la escuela, pero no encontraba diseños de su agrado y se le ocurrió una idea. Cogió una chapa de botella usada, dibujó el retrato abstracto de Albert Einstein en su interior, lo fijo con un imán y lo rellenó con resina. Los diseños que elaboró Maddie resultaron ser un éxito en su escuela y a sus compañeros le parecieron fantásticos, tanto que le solicitaron realizar más chapitas decorativas. Diseñó chapitas de “Cumpleaños “para su hermana y para sus amigos. Se le ocurrió que los chapitas decoradas también podrían ser útiles para elaborar joyería para niñas. Tomó un hilo y empezó a elaborar collares, pulseras y adornos intercambiables por medio de un imán.Maddie dice: “Sólo un niño puede saber lo que le gusta a un niño”, En una tienda de su localidad las ofreció para que las vendiesen , donde rápidamente se